Historia

Historia

Más de 90 años de arte y literatura

Portada del primer número del LITORAL, Manuel Ángeles Ortiz 1926.

En 1926 un grupo de artistas deciden crear en el sur de España una revista de poesía. Eran los años del Charleston, nacía Marilyn Monroe y moría Rodolfo Valentino.

La revista fue fundada en Málaga con el nombre de LITORAL por Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, con la ayuda de un grupo no muy extenso de colaboradores entre los que se encontraban prosistas, poetas, dibujantes y tipógrafos: LITORAL ¡Qué bellísimo nombre para una revista —decía Rafael Alberti—. Debo recordar que yo he tenido algo que ver con él. En mi viejo soneto A un capitán de navío… por ti los litorales de frentes serpentinas… y en muchos otros poemas de Marinero en tierra y libros posteriores, empleé esta palabra con tanto éxito, que cuando en aquellos años iniciales de mi generación lanzaron la revista, la palabra que ya ondeaba desde hacía tiempo repetida en el aire, fue elegida y estampada por ellos, en lo alto de su cubierta, en bellos caracteres negros sobre un profundo azul Mediterráneo.

El proyecto de editar en aquellos años una revista literaria de vanguardia era difícil, pero se cristalizó con el entusiasmo de estos dos jóvenes poetas que tuvieron la fortuna de contar con los más valiosos creadores de la que iba a ser la nueva Cultura española.

   Carta llamada “fundacional” de la revista LITORAL

De Emilio Prados a
Manuel Ángeles Ortiz

Fundadores de LITORAL:
Manuel Altolaguirre
y Emilio Prados.

Querido Manolo, te espero ya muy pronto por aquí otra vez, pero este año dispuesto a pasarte una temporada más larga que la anterior. La familia de Federico piensa venir en Agosto…. Estamos haciendo aquí en Málaga entre unos amigos una revista maravillosa para cosas del mar, solamente del Mar (poesía, dibujo, música…) y como es natural nos hemos acordado enseguida de ti para que nos ayudes con tu esfuerzo.

La revista puede ser una cosa prodigiosa, hazte cuenta que para el primer número tenemos ya poesías espléndidas de Juan Ramón, Federico, Rafael Alberti (poeta nuevo, cumbre) y otros todos de primera fila y solamente nos falta para la composición del número un dibujo para la portada que tu mejor que nadie puedes hacer por sentir con tanta intensidad como nosotros el Mar este al que mas que a ninguno dedicamos la revista. El tamaño de ésta es de 25 x 12,5 y se llamará LITORAL…. Te advierto que no es una cosa poco formal que tú me conoces bien y sabes que no me aventuro a publicar una cosa no teniendo seguridad plena de su valor.

….Te agradecería extraordinariamente que me contestaras lo más pronto posible por esperar solo tu decisión para comenzar la tirada.

….Escríbeme por Dios, que no es broma lo que te digo y toda la responsabilidad cae sobre mí. ….

Homenaje a
Luis de Góngora

Benjamín Palencia.
Portada nº2.
Málaga, 1926

Federico García Lorca.
Portada de Litoral nº3,
Málaga 1927

La poesía es lo único que nos salva —pregonaba Emilio Prados— y con ese fervor de ola aparece al mes siguiente el número 2 de LITORAL, con una sirena del pintor Benjamín Palencia en portada. Colaboran en ese ejemplar Luis Cernuda y Ramón Gómez de la Serna.

Paralelamente a la revista van apareciendo sus Suplementos. El primero es Tiempo de Prados, al que le siguen Canciones de García Lorca, La amante, de Rafael Alberti, Caracteres de Bergamín, y Perfil del Aire, de Luis Cernuda. El tercer número de la revista aparece en marzo de 1927 e incluye a Dámaso Alonso y a Vicente Aleixandre y tiene la peculiaridad de que la portada es uno de los primeros dibujos publicados de García Lorca, un marinero con una rosa en el corazón y la palabra «amor» escrita en la gorra.

 

“Todas las cosas tienen su misterio y la poesía es el misterio que tienen de todas las cosas”.
Federico García Lorca.

 

Pero es en octubre de 1927, al aparecer el número 5, 6 y 7, cuando todos aquellos intelectuales que habían empezado su labor en torno a los años veinte se unen en una publicación periódica; es el testimonio conjunto más importante de ese momento cumbre en la evolución generacional: un número homenaje de LITORAL reivindicando la figura de Luis de Góngora.

En este ejemplar además de toda aquella generación de jóvenes poetas colaboran Manuel de Falla, que entrega la versión musical del soneto Córdoba de Góngora, que se publica con carácter autógrafo, también el pintor Juan Gris con un maravilloso y perfecto bodegón cubista para la portada, que realiza poco antes de morir, y Pablo Picasso con una reproducción a color, y Salvador Dalí, Benjamín Palencia, Bores, Joaquín Peinado, Gregorio Prieto, Cossio, etc. Por muy importante que sea poéticamente este extraordinario número, no se podrá decir que lo es menos pictóricamente, no tan sólo por la reconocida valía de los artistas plásticos que plasmaron su arte, sino además por la significación histórica de muchas de esas colaboraciones. Con este volumen acabaría la primera etapa de LITORAL: Siete números en cinco entregas desde noviembre de 1926 a 1927.

La revista dejaría de publicarse durante todo 1928 y parte de 1929; hasta que, bajo la iniciativa del poeta José María Hinojosa, que se incorpora a la dirección junto a sus creadores, vuelve a ver la luz. En esta, su segunda etapa, la revista tomará un rumbo marcadamente surrealista.

Ámbito y
Jacinta la pelirroja

Juan Gris
Portada de Litoral nºs 5-6-7
dedicado a Góngora.
Málaga, 1927

Pero el silencio de LITORAL no supuso el paro de la imprenta. Por el contrario, siguieron editándose los Suplementos de la revista. En 1928 se imprime el primer libro de uno de los grandes poetas de aquella generación: Ámbito de Vicente Aleixandre, al que le siguen La Toriada de Fernando Villalón y Jacinta la pelirroja de José Moreno Villa.

Esta segunda y breve etapa se termina en 1929. El proyecto de editar una nueva revista, enteramente surrealista, acaba con LITORAL. Proyecto que nunca llega a realizarse, aunque se tiene constancia de que se manejaron nombres tan elocuentes como «Poesía y destrucción» o «El agua en la boca» y que se contaba con la participación de Cernuda, Aleixandre y el apoyo de Dalí. Se pierde así la ocasión histórica que habría dado una dimensión colectiva al surrealismo en la península.

Iniciados los años treinta el grupo va desperdigándose. Las circunstancias sociales y personales llevarán a cada uno de sus componentes por caminos diversos. En 1931 se proclama la II República en España y los surrealistas se adhieren a la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios: Prados, buceador de sus propias minas secretas o el cazador de nubes como lo llamaba Lorca, se radicaliza hacia posiciones de izquierda y Altolaguirre retoma en París sus actividades editoriales publicando Cuadernos de Poesía.

El destierro

En 1936, José María Hinojosa es fusilado por un pelotón de ajusticiamiento de milicianos republicanos y tres años más tarde Emilio Prados sale con destino a México con un grueso de exiliados. Son años difíciles para la cultura.

En 1944, Prados, junto a Altolaguirre, que había llegado de Cuba un año antes, y otros tres poetas españoles, José Moreno Villa, Juan Rejano y Francisco Giner de los Ríos, deciden resucitar LITORAL para recuperar su propia conciencia intelectual tras ver sus ideales truncados por la guerra civil. No hay en esas páginas un atisbo de rencor y sí una melancólica tristeza.

Tan sólo aparecerían tres números en esa tercera etapa, y uno de ellos en homenaje al prestigioso crítico Enrique Díez Canedo. En este LITORAL nos encontramos con todas las voces del destierro, entre las que se encontraban las de Juan Ramón Jiménez, Max Aub y León Felipe.

LITORAL será en el futuro algo más que una revista de aquellas décadas.

LITORAL será ya un símbolo de aquella generación rota brutalmente por la guerra civil. En México mueren Emilio Prados, Luis Cernuda, León Felipe, Juan Rejano y Pedro Garfias.

Nueva dirección:
José María Amado

José María Amado y
Rafael Alberti.

En mayo de 1968, en pleno mayo francés y aún vigente la funesta sombra de la dictadura vuelve a aparecer LITORAL, en su cuarta etapa y en la Málaga que la vio nacer. Esta vez de la mano de José María Amado, quien se encarga de resucitarla con el mismo espíritu liberal que la caracterizó en sus inicios. Ya no estaban ni Prados ni Altolaguirre, éste último había muerto en 1959 en un accidente de automóvil, pero estaban sus amigos, entre ellos el editor Ángel Caffarena, el mecenas de artistas Jesús Ussía y los miembros supervivientes de aquella generación, Alberti, Bergamín, Aleixandre, Guillén, Giner de los Ríos… Y estaba la pequeña imprenta cercana al puerto, todavía con algunos de aquellos jovencísimos operarios que vieron sus primeros azules en 1926, la máquina Monopole de imprimir, que es hoy una pieza de museo, y los mismos elementos tipográficos que empleaba Altolaguirre: tipos Ibarra, Elzeviriano, Baskerville y Bodoni, que daban una sensación de gravedad y de liviandad a los versos.

Entre los grandes retos de este renacido LITORAL estaba el de mantener el mismo nivel de calidad editorial que sus predecesoras. Se eligió un papel verjurado crema de similares características al empleado entonces y se cuidó al máximo la tipografía con bellas capitulares. A diferencia de los anteriores se escogió un color rojo para la portada y se subtituló como Revista de la poesía y el pensamiento.

Libertad intelectual

Uno de los propósitos, y así se señala en el número 1 de esta cuarta etapa, era rendir un culto a la verdad, no a la verdad que la historia había silenciado durante treinta años, sino a la verdad de la Poesía. El secuestro de ejemplares fue alguno de los obstáculos que José María Amado tuvo que sortear para sacar adelante este LITORAL. Francisco Giner de los Ríos, último superviviente en la dirección de la revista en el exilio, escribía al cumplir esta última etapa 20 años: «Es admirable el tesón casi heroico con que la libertad intelectual se defendió y se mantuvo en la revista frente a toda clase de persecuciones policíacas de la censura».

En esos primeros años literarios se hicieron homenajes a Alberti, Lorca, Alberto, Picasso, Prados, Altolaguirre y Machado. Desde Madrid mandaba de puño y letra su colaboración Bergamín y Aleixandre y volvía a dibujar Manuel Ángeles Ortiz, cuarenta años después de haber realizado la primera portada de la revista: Este nuevo LITORAL de Málaga —escribía Alberti—, vieja morada de mi ayer juvenil, hoy revivido albergue y azotea en donde la segura, batalladora mano de José María Amado y otros buenos amigos le abren la alegría y reposo, frente al aire y el mar, vivificadores perennes de su vuelo. Pero además de difundir la obra de los artistas del 27, la revista se abrió a las nuevas generaciones, tanto de dibujantes como de poetas.

Se publicaron aportaciones a la poesía del cincuenta y el setenta, donde figuraban jovencísimos escritores entonces, hoy ya consagrados, como Antonio Gala, Félix Azúa, José Agustín Goytisolo, José Manuel Caballero Bonald, Félix Grande, Fernando Quiñónes, Carlos Sahagún, José Ángel Valente, Vicente Molina Foix, Juan Cruz, Ana María Moix, Fernando G. Delgado, etc. Una puerta se abría en la poesía española de postguerra. Eran antologías con carácter urgente que empujaban con aires renovadores. La revista tenía una deuda con el pasado pero no debía olvidar nunca su fiel compromiso con los movimientos de vanguardia, tanto artísticos como literarios. A partir de los años cincuenta, se fue manifestando en los jóvenes artistas españoles una clara voluntad de superar los rígidos esquemas expresivos que habían dominado la poesía y el arte de la postguerra. Se empezaron a romper las mallas disciplinarias. Además de esa predominante tendencia ética a lo social donde brillaban con luz propia poetas como Gabriel Celaya y Blas de Otero, empezaban a surgir aventuras expresivas novedosas. Claudio Rodríguez, Ángel González y Jaime Gil de Biedma, fueron los precursores de esa nueva generación de poetas. A Gil de Biedma la revista le dedica en vida su último homenaje, se llamó El juego de hacer versos.

En la pintura también se rompían formas y se iniciaba una inusitada etapa aperturista para la vida artística española. Una vanguardia activa que creaba nuevos cauces de participación.

Estímulo.
Litoral y Picasso

Dedicatoria de Picasso.
12 de febrero de 1970

En 1969 LITORAL recibe la primera de una serie de cuatro dedicatorias de Pablo Picasso, quizá el mejor estímulo que podría recibir una publicación en el mundo. La revista le dedicaría, dos años más tarde, un espléndido homenaje al cumplir sus noventa años. Poetas y pintores de todas las generaciones se unen para felicitarle, textos que se reproducen de manera autógrafa. Picasso recibía periódicamente LITORAL y la comentaba cuando le visitaba Alberti en el sur de Francia.

Ejemplares dedicados a la música en un homenaje a Manuel de Falla (1973) y al arte de los toros, completan la temática de aquellos primeros años. Bergamín, gran taurino, publicaría años más tarde en la revista su libro Ilustración y defensa del toreo (1974).

José Bergamín, al igual que Rafael Alberti, tiene una importancia decisiva en esta última etapa de la revista. Casado con Rosario Arniches, hija de Carlos Arniches, se emparentaba con José María Amado, a su vez, sobrino nieto del gran sainetero español. La relación con Bergamín era familiar y la revista contó siempre con su colaboración. Se publicaron La claridad desierta (1973) uno de sus últimos libros de poesía; también un excelente epistolario en verso con Alberti titulado De x a x (1982) y la antología poética Por debajo del sueño, tras ser elegido en 1978 la personalidad literaria más completa por la amplitud de su expresión y con mayor proyección sobre nuestra cultura de los miembros aún vivos de la Generación del 27. En 1984, un año después de la muerte de este gran francotirador del pensamiento español, la revista publicaría en tres tomos una Antología Periodística con gran parte de su obra publicada en prensa y revistas.

Un camino nuevo

Portada de Litoral nº61-63.
El abrazo.
Juan Genovés, 1976

A principios de los años setenta, la revista se dedica a difundir la obra de sus creadores publicando con carácter facsímil los números de sus primeras etapas. LITORAL buscaba un camino nuevo, al tiempo que encontraba sus raíces en lo que era la Historia. El propósito fundamental de reproducir aquellos números iniciales era mostrar una manera de imprimir que marcó una época en el arte de la tipografía. Fueron los grandes maestros del diseño en unos años en que esta palabra conllevaba la paciente nobleza de la artesanía más pura. Cada letra se tenía que coger con una pinza en un proceso lento y meticuloso. Las erratas, por supuesto, eran numerosas pero siempre se suplían con bellísimas «fe de erratas». Con el tiempo el modo de imprimir fue variando. De aquella artesanía editorial con «tipos de caja» de la Imprenta Sur, luego llamada Dardo, se pasó a las linotipias de imprentas mayores que podían confeccionar la revista de una manera más rápida. La idea del «facsímil» se amplió más tarde al publicar gran parte de sus primeros «Suplementos».

En 1973, huyendo del golpe militar en Chile, llega a Málaga otro miembro surrealista de aquel grupo Litoral de los años veinte: Darío Carmona. Escritor, dibujante, comentarista de televisión y secretario durante un tiempo de Pablo Neruda. Con la colaboración de Darío Carmona, LITORAL denuncia la muerte del gran poeta chileno. Eran años de compromiso, donde se luchaba por la libertad de la palabra. LITORAL pedía la Amnistía al Rey y se hacían recopilaciones temáticas sobre los poetas que habían sufrido a lo largo de la historia la cárcel y el exilio.

Lorenzo Saval. 1975

Equipo redacción  Litoral 1988
(de izquierda a derecha):
José María Amado,
Lorenzo Saval,
María José Amado,
Miguel Gómez Peña y
Carmen Saval.

Equipo redacción  Litoral 2006
(de izquierda a derecha):
Miguel Gómez Peña,
María José Amado,
Lorenzo Saval,
José Antonio Mesa Toré y
Pilar Salado.

En 1975 se incorpora a la dirección junto a José María Amado, el poeta y pintor Lorenzo Saval, sobrino nieto de Emilio Prados. Su sello comienza a hacerse visible en las nuevas ediciones. Saval convierte el compromiso político-moral de la publicación en un compromiso estético moral acorde con los nuevos tiempos, alcanzando así las 270 ediciones que componen la histórica colección.

En aquellos años se hicieron números dedicados a La vanguardia española (1975), Dionisio Ridruejo (1975), León Felipe (1977), Miguel Hernández (1978), César Vallejo (1978), Luis Cernuda (1978), Rafael Guillén (1979), Juan Rejano (1980), Emilio Prados (1981), Vicente Aleixandre (1981), Pedro Garfias (1982), María Zambrano (1983), Francisco Giner de los Ríos (1987), y otras entregas extraordinarias como la publicación por primera vez en España de Roma peligro para caminantes (1974) de Rafael Alberti. En estas monografías, además de la obra, se incluían generalmente textos inéditos y se reproducían facsímiles, manuscritos, cartas y fotos. Eran verdaderos órganos de documentación y estudio.

Artistas de todas las épocas dibujaban para la revista. Desde pintores que vivieron el surrealismo en sus inicios, como Maruja Mallo, Eugenio Granell o José Caballero, hasta esa nueva generación de artistas que iban surgiendo: Enrique Brinkmann, Stefan, Díaz Oliva, Barbadillo, Antonio Jiménez, Juan Béjar, Eugenio Chicano, Francisco Peinado, Miguel Rodríguez Acosta, y poetas pintores como Rafael Pérez Estrada o Joaquín Lobato. Más tarde colaboraría una nueva generación de artistas más jóvenes, entre los que se encuentran Diego Santos, José Ignacio Díaz Pardo, José María Prieto, Diazdel, Paco Aguilar o María José Vargas Machuca.

Coordinadores

Antonio Lafarque,
Miguel Gómez y Cloe.
La marea 2019

Litoral  ha contado durante su larga existencia con un valioso grupo de coordinadores y asesores que han par­ticipado en la construcción de la revista, entre los que destacan el poeta José Antonio Mesa Toré y el investi­gador Antonio Lafarque, actual editor de contenidos y compilador de Litoral.

Junto a ellos han participado en diversas ediciones el poeta y catedrático Antonio Jiménez Millán, los poetas  Rafael Pérez Estrada, Luis García Montero, Jesús García Gallego, José Luis González Vera, Álvaro Salvador, Pere Rovira;  los periodistas Manuel Bellido y Cristóbal González Montilla; la poeta y psicoanalista María Navarro; y los investigadores Patricio Hernández, Javier Herrera, Serafín Quero, y Miguel Ropero entre otros.

 

“LITORAL ha sido protagonista, espejo y reflejo de la mejor poesía de nuestro tiempo.”
Ángel González

 

Caligrafías de Pablo Picasso, Manuel Ángeles Ortiz, Federico García Lorca, Eduardo Chillida, Ángel González, Javier Mariscal, Jorge Guillén, Benjamín Palencia, Felipe Benítez Reyes, Jorge de Oteiza, María Victoria Atencia, Felipe Orlando, Luis García Montero, Carlos Marzal, José Manuel Caballero Bonald, Luis Alberto de Cuenca.

Nuestros contenidos: el papel de la diferencia

“Su fidelidad a la poesía española a lo largo del tiempo ha hecho que sea un exponente vivo de la historia de este género”.
Luis García Montero

Los contenidos de Litoral la hacen única. Cada edición es un viaje sin fronteras, donde los contenidos y los viajeros son parte de esa aventura que nos lleva a todos esos océanos donde la poesía, el arte y el pensamiento ha podido navegar y sumergirse.

La diversidad de temas tratados convierte a cada número en monográficos intemporales que suponen herramientas de rigor en el estudio de múltiples disciplinas:

Autores

Para mostrar el lado más humano de los autores y recordar el tiempo que les tocó vivir, Litoral publica junto a las antologías poéticas y estudios completos, ilustraciones, fotografías, diarios, postales, dedicatorias, caligrafías y todo aquello que pudiera enriquecer la edición y sirviera para su conocimiento y posterior estudio. Se han dedicado monográficos a Ángel González, María Zambrano, Miguel Hernández, José Manuel Caballero Bonald, Rafael Alberti, Picasso, etc.

Música

Dedicados a la música (La poesía del Jazz, La poesía del flamenco, La poesía del rock) donde críticos especializados e importantes artistas de cada género, como Leonard Cohen, Joaquín Sabina, Enrique Morente, entre otros han enriquecido los monográficos con rigor y pasión.

“¿Cuántas caras tiene cada hoja de una revista? Si esa revista es Litoral cualquier respuesta es posible. Pregúntele, por ejemplo, qué es la poesía y verán que en su contestación salen los nombres de Antonio Machado, o Federico García Lorca o Rafael Alberti, pero también los de Bob Dylan o Billie Holiday o Enrique Morente. Lo mejor que puede decirse de Litoral es que sólo hay una cosa que nunca ha sido ni será: una frontera. En este mundo de desigualdades y muros cada vez más altos, no se me ocurre un mérito mayor.”
Benjamín Prado

Imagen

El arte está presente en los últimos monográficos de Litoral. Acompañando a los textos literarios las imágenes ilustran sobre la evolución artística española e internacional en cada tema tratado. Contribuye a conseguir un valioso contenido el respaldo de contrastados especialistas: Paloma Alarcó (Jefe de Conservación de Pintura Moderna del Museo Thyssen-Bornemisza), Rosario Crego, Juan Manuel Bonet (director de los Institutos Cervantes) Francisco Calvo Serraller, etc.

Últimos números publicados

Litoral más allá de las fronteras

“Pienso en Litoral y pienso en la mejor literatura y en una sociedad libre, ordenada, individual: Litoral es el mejor escenario. El fugaz encuentro entre ética y estética”.
Alfredo Taján

 

Por su relevancia socio cultural, Litoral está presente en las más valiosas bibliotecas del mundo, en las universidadesmás prestigiosas (Harvard, Washington, universidad de Ottawa en Canadá, University at Albany en Nueva York, Universite D’Avignon de Lille, Universidad de Leiden en Holanda, Instituto Iberoamericano de Berlín, Universidad Autónoma de México, Universidad de Trier, Universidad La Sorbonne en Paris, Universidad de Ginebra, Universidad de Bérgamo Udine/Torino en Italia, etc.)  y en los centros y organismos culturales más reputados, con repercusión internacional como son los Institutos Cervantes.  

El alcance de esta aportación cultural ha sido ponderado no sólo en los foros culturales más importantes de nuestro país y del resto de naciones de habla hispana, sino también en Europa y Norteamérica.

A parte de ser unas de las publicaciones más longevas de la historia cultural española, Litoral, por la calidad y seriedad de sus entregas y por su extraordinario esfuerzo en la difusión de la cultura no sólo hispana, se ha granjeado un merecido prestigio mundial, sirviendo de inmejorable escaparate de la cultura española en el mundo. A decir de la crítica, no hay duda de que los dos hechos culturales más importantes para la ciudad de Málaga en el siglo XX han sido la obra de Picasso y el nacimiento de la revista Litoral en 1926, que habría de ejercer un papel fundamental en la configuración de una generación literaria y artística de tanta brillantez como la del 27 y que, luego, ha seguido esta primera década del XXI desarrollando su labor de termómetro cultural en nuestro país, en de los de habla hispana y en el de otras lenguas.

Reconocimientos

Fachada de la Sala Alameda en la que se aprecia el cartel diseñado por Lorenzo Saval para la exposición

Fotografía del espacio dedicado a Litoral en el Museo de Málaga (Palacio de la Aduana)

El pez que
Manuel Ángeles Ortiz
dibujó en 1926 para la revista ‘Litoral’
transformado en  escultura por
Ángel Cañizares.

Ochenta años y tan joven todavía. He vivido con ella tantas experiencias que es imposible dejar de amarla. ¿Acaso se puede dejar de amar la belleza, rescindir de la inteligencia y olvidar el erotismo?
¿Acaso no deseamos oír la voz de los antiguos sabios que no han muerto?

José Antonio Garriga Vela

 

Su trayectoria está avalada con premios y espacios a nivel  nacional e internacional  que ensalzan su valor y labor cultural:

  • Premio Vasconcelos, uno de los más prestigiosos de México.
  • Medalla de la ciudad de Málaga.
  • Medalla de Andalucía.
  • Premio al fomento de la Lectura.
  • Medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes en 2005
  • Exposición  Litoral. Travesía de una revista (1926 – 2006) en Málaga, organizada por la Sociedad de Conmemoraciones Culturales, con el apoyo  de la Junta de Andalucía y del Centro Cultural Generación del 27 para conmemorar los 80 años de la revista.

En 2017 se inaugura el Museo de Málaga que le dedica un espacio permanente con audiovisuales donde se muestra la larga vida de esta publicación que ha cumplido noventa años desde su fundación.

Premio Imagen de Andalucía de Cultura en 2018

Exposición  La palabra pintada: Minervas de vanguardia, 1919-1939. Organizada por la Fundación Unicaja, en el  centro cultural María Victoria Atencia de Málaga, reúne más de 200 ejemplares originales de revistas de la Edad de Plata de las letras españolas, entre las que destaca LITORAL. (Año 2019).